En la cabeza
se desgarra el tiempo,
como esas paginas otoñales
donde se pintan los deseos.
Las vísceras me las guardo
para momentos mas intimos,
pero no evito mirarte,
tocarte, hablarte,
y aunque imagino tu sabor
si evito besarte.
Esa es la batalla
en la que viví atrincherado,
escondido tras el telón de mi comedia.
Pero hoy voy a la guerra,
desnudo,
corazón en mano,
a brazo partido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario